Riograndenses celebran las bodas de oro sacerdotales de Juan Saucedo
El miércoles por la mañana, autoridades municipales y decenas de familias acudieron a la salina norte del Municipio a recibir al sacerdote. Foto: Maybeth Mendoza / El Sol de ZacatecasEl Sol de Zacatecas
1 de octubre de 2009
Maybeth Mendoza
Río Grande, Zacatecas.- Se congregó la ciudadanía para celebrar los 50 años como sacerdote al presbítero Juan Saucedo Menchaca fundador del Templo de Santa Elena de la Cruz.
El miércoles por la mañana, autoridades municipales, y decenas de familias acudieron a la salina norte del Municipio a recibir al sacerdote.
Con una estancia de 17 años Juan Saucedo Menchaca, más conocido como "El Padre Juanito", logró conquistar al pueblo de Río Grande.
Se llevó a cabo una ceremonia religiosa para celebrar sus 50 años de ejercer el sacerdocio. 50 años como pastor de la iglesia católica, celebrando de esta manera sus bodas de oro, rememorando esta fecha memorable en el templo que con la participación de la población logró construir.
Siendo esto y la convivencia con la gente durante su permanencia en la población que duro 17 años, le ha servido para arraigar su recuerdo que en cada visita que hace más visible en la feligresía, en sus amigos que le manifiestan su cariño como fue en esta ocasión, que por cientos pacientemente se formaron para saludarle.
Correspondiéndoles él, de la misma manera a la gente que se volcaba por saludarle, brindándole el tiempo para hacerlo no obstante que sus anfitriones le tuvieron que esperar por varias horas para convivir.
Antes de retirarse y emprender el regreso al templo del Perpetuo Socorro, ubicado en la Colonia Obrera de Gómez Palacio, en donde esta asignado, externó querer mucho la gente de Río Grande "Los quiero mucho, manténganse unidos como hasta ahora y sobre todo preserven la fe".
El padre "Juanito" como así lo conoce la gente de Río Grande, es el sexto de los ocho hijos procreados por el matrimonio que formaron Don Juan Saucedo González y la señora Elisa Menchaca, originarios de Santa Catalina Durango.
Abrazando el sacerdocio en el convento del seminario mayor auxiliar de Durango, en donde en 1959 se ordena como sacerdote, siendo asignado a la ciudad de Gómez Palacio. Seis años después es enviado a esta población de Río Grande (1965) en la que emprende la construcción del templo de Santa Elena de la Cruz, cuyo edificio anterior había sido derribado. Empezando desde entonces con la edificación del templo que hoy conocemos en donde concelebró.
Dicho por el mismo, este templo tuvo un costo de seis millones de pesos de aquellos tiempos, mismos que fueron aportados en limosnas por los feligreses, en los que destacaron los foráneos.
Razón por lo cual, el padre "Juanito" no solamente era conocido en la población, en el municipio y la región, este peculiar sacerdote era reconocido a muchos cientos de kilómetros a la redonda, por su entrega y el afán de ver concluida la construcción de la iglesia de sus amores.
El sacerdote subía a los autobuses a pedir limosna a los pasajeros para la construcción del multicitado templo a cambio les daba la bendición.
Esta acción del cura se hizo rutinaria que los mismos conductores de autobuses y gente de paso, cuando no se le veía en el frente de la iglesia o en la tienda del extinto Arturito Nahle, le pitaban y de inmediato se le se veía salir con su inseparable tina.
Por todo esto y su carácter jovial, logró acrecentar el cariño de la gente que aun le recuerda, como se lo demostró el pasado 18 de agosto en las festividades de la patrona del lugar Santa Elena.
Al igual que todo mortal, el singular religioso es afecto a la bohemia, destacando en su gusto por la música, las canciones: Canción del Alma, Solamente una vez de Agustín Lara, Cielito Lindo, el pasodoble El novillero, Canción Mixteca entre otras.
En esta breve visita, el clérigo recordó un sin fin de pasajes que experimentó durante su estancia en Río Grande.
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